Entre Somosierra y Guadarrama y a solo 18 km de Segovia se encuentra Hostal de Buen Amor, un alojamiento íntimo y con encanto de 12 habitaciones situado en la localidad de Sotosalbos, un pequeño municipio castellano. Podrás disfrutar de 1, 2 o 3 noches de escapada rural, romántica y rústica con esta propuesta que incluye alojamiento y desayuno.   El hotel El Hostal de Buen Amor es un alojamiento rústico, íntimo y con encanto situado en el entorno de Somosierra y Guadarrama. Paredes de piedra, vigas vistas, decoración en madera… sus 12 habitaciones estás decoradas con un estilo propio que remite a otras épocas y que ayuda al viajero a desconectar por completo de la rutina y estética de la urbe. Cuenta además con un salón de estar con dos chimeneas perfecto para relajarse después de un día de turismo en la capital segoviana y un bar, donde poder tomar algo antes de salir.   Destino Sotosalbos es un municipio castellano situado a 18 km de Segovia, y aunque está claro que la capital tiene una visita más que obligada, el municipio donde te alojarás guarda un diamante en bruto la iglesia de San Miguel. Se trata de uno de los mayores ejemplos del románico de Segovia, construida en el s. XII, destaca por su galería porticada y por la decoración y número de sus capiteles. La proximidad obliga. No importa que ya la conozcas, coge el coche y vete a Segovia. Esta ciudad Patrimonio de la Humanidad rezuma historia por cada costado. El acueducto romano, el alcázar, la catedral… son elementos únicos que bien merecen una escapada a esta ciudad mágica y enigmática de Castilla y León. Una ciudad rica en historia y en leyendas que podrás descubrir paseando por cada esquina. Y además… rica, sabrosa, en gastronomía, y es que el cochinillo que allí se cocina tiene una fama más que merecida. Cómo llegar Hostal de Buen Amor se encuentra en Sotosalbos, a 18 km de Segovia y a poco más de 100 km de Madrid por la A6 En coche desde Segovia es muy sencillo, toma la N110 y en menos de 25 min estarás en Sotosalbos Sotosalbos, tierra de trinchera ¿Sabes que Sotosalbos durante una temporada fue tierra de nadie? En efecto, tras la Reconquista de la Península Ibérica, Sotosalbos se quedó ‘sin dueños’ y servía como frontera entre cristianos al norte y musulmanes al sur. Más tarde, en 1116, las tierras fueron donadas al obispado de Segovia y en 1122 comenzó a poblarse.  Críticas “Éramos 3 amigos haciendo cicloturismo por la zona. Nos alojamos 1 noche. El entorno y el alojamiento altamente recomendable. Súper tranquilo para descansar. Y lo mejor, las atenciones de Soraya que se desvive para que disfrutes de una estupenda estancia.” Carlos, Toprural.com “Nos encantó el entorno, el hostal y el trato de la dueña. ¡¡REPETIREMOS Muy rústico, limpio y tranquilo” Raquel, Booking.com