Queridos amos Esta es mi carta de despedida. Sé que me queréis mucho. Pero, ¿por qué a él sí y a mí no? ¿Acaso sabe dar la patita? No. ¿Y ponerse sobre los cuartos traseros? Tampoco. Esa ridícula masa de hierros a la que llamáis coche no sabe hacer nada y casi cada domingo vuelve limpito, pulcro y brillante. ¿Y yo qué? Ni baño, ni limpieza; si al menos me dejáis salir cuando llueve… Por eso me voy, aunque os queda un último cupón en la manga que jugar El arca de Nhoemi. Allí me lavarían, me peinarían, me cortarían las uñas e incluso me limpiarían los oídos. Con tantos cuidados, sería imposible marchar. ¡Guau                                                                                               Vuestro perro                                                                                                           Jackie  “¡Genial Es el primer lugar donde no me discriminan por mi peso —los piensos baratos me han hecho subir de los 30 kg—. El servicio perfecto, tanto para mí y como para mi amo no sé qué hablaba del buen precio y un tal Groupon.”  Chiquitín, mastín español   “No sé qué utilizan para bañarte pero el pelo se te queda suave, suave. Uñas cortaditos, dientes sin sarro y un repaso a los oídos ideal para antes de una cita en el parque.”  Chispita, chihuahua