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Rodizio brasileño: Bufet libre para dos personas por 19 € en vez de 42 € Bufet libre para cuatro personas por 35 € en vez de 84 € Acceso ilimitado a la zona de bufet libre con rodizio brasileño y una amplia variedad de primeros, segundos y postres Primeros fríos: ensaladas variadas, pastel de atún, salpicón de marisco, embutidos, quesos, gambas cocidas, mejillones en vinagre, carpaccio de ternera, etc. Primeros calientes: bombas mexicanas, gambas y navajas plancha, espárragos trigueros, muslitos de mar, almejas a la marinera, gulas con gambas, etc. Rodizio brasileño: 12 cortes de rodizio brasileño (picaña, carne de canguro, piña caramelizada con canela y miel, butifarra, pollo, vacío de ternera, costillas…) Junto a la terminal de autobuses Pujol
Acerca de esta oferta
Para los que no lo sepan, el rodizio es un tipo de servicio característico de Brasil y Portugal. Los camareros sirven la carne en espadas y los comensales pueden servirse libremente. Este es uno de los muchos atractivos de Rodizio Papalús, donde podrás disfrutar de un bufet libre para dos o cuatro personas en las afueras de Lloret de Mar. Butifarra, vacío de ternera, costillas, picanha… Acércate a Rodizio Papalús con tu pareja, familia o amigos y come cuanto quieras en un ambiente que combina los cinco elementos del feng shui la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua. Platos fríos Ensaladas variadas todo tipo de verduras para ensalada al gusto Pastel de atún Salpicón de marisco Embutidos Quesos Gambas cocidas Mejillones en vinagre Carpaccio de ternera etc. Platos calientes 12 cortes de rodizio brasileño pollo, butifarra, vacío de ternera, costillas, picanha… Bombas mexicanas Gambas y navajas a la plancha Espárragos trigueros Muslitos de mar Almejas a la marinera Gulas con gambas etc. Postres Haz tu reserva online. Es cómodo y fácil. Descúbrelo aquí. En la década de los 60, en una “churrascaría” de Brasil… Cuenta la leyenda que un día hermoso, un camarero confundido comenzó a cambiar los pedidos y platos unos por otros. Los que habían pedido costilla o filete recibieron pollo, lomo aquellos que habían pedido salchicha y, así, sucesivamente. Dentro de la generalizada confusión, los clientes habían perdido la paciencia. Para salvar su negocio, el propietario decidió servir a cada comensal una porción de todos los tipos de carne que tenía el lugar. La cólera dio paso a la alegría entre los clientes, que satisfechos aceptaron el regalo. De esta manera Brasil ganó un sistema que, a día de hoy, se conoce y se aprecia internacionalmente.