Verano. 40 grados a la sombra y este año, por el motivo que sea, no has podido coger vacaciones. Si el cuerpo te pide descanso pero no dispones de muchos días. Si necesitas aire puro, vistas a la sierra y baños de verdadera agua fría… ve a Rascafría. En plena sierra madrileña y a mitad de camino entre Madrid y Segovia se encuentra este pueblo famoso por sus piscinas naturales Las Presillas. Disfruta de él desde Los Espinares, un alojamiento rural con vistas a la sierra de Guadarrama, durante 1 o 2 noches para dos con desayuno.   El alojamiento Los Espinares es un alojamiento rural situado en Rascafría, en plena sierra de Guadarrama, de tan solo 10 habitaciones. Todos sus dormitorios están equipados con baño y microondas, e incluso dos de ellos están adaptados a personas con movilidad reducida. Cuenta con parking, terraza con vistas a la sierra y una zona de relajación con sauna y jacuzzi. Destino En el valle Alto de Lozoya se encuentra Rascafría, un municipio de la sierra madrileña donde disfrutar de la naturaleza en estado puro. Naturaleza, turismo activo, rutas de senderismo, baños en las piscinas naturales de Las Presillas o rutas a caballo son solo algunas de las actividades de las que podrás disfrutar en este paraje. Paseos como el de Mirador de los Roblesos a La isla permiten disfrutar de la belleza del río Lozoya y darse un baño en Las Presillas, una de las zonas más concurridas de Madrid en verano. Se trata de unas piscinas naturales situadas en una zona de praderas verdes donde, a falta de playa, puedes tomar el sol y refrescarte. Las cascadas del Purgatorio, el Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, el puente de la Reina, el puente del Perdón o el antiguo molino de papel de los Batanes, donde se fabricó el papel que se utilizó en la primera edición de El Quijote, son solo algunas de las visitas de las que podrás disfrutar durante tu visita. Cómo llegar Los Espinares se encuentra en el centro de Rascafría. A 98 km de Madrid y a 50 km de Segovia. El Tuerto Pirón, el Robin Hood de Rascafría Cuenta la leyenda que hace años habitaba en el entorno de Rascafría un bandolero que atracaba a los ricos para repartir luego su botín entre los pobres. Este Robin Hood madrileño se llamaba el Tuerto Pirón y, según dicen los vecinos de la zona, residía en el antiguo olmo que se encontraba en la plaza Mayor de Rascafría. Lamentablemente, en enero del año 2000 el árbol cayó a causa de una nevada, por lo que ya resulta imposible acercarse a comprobar si realmente existió este hombre.