Alojamiento

Ubicado en la localidad costera de Calella, a pocos minutos caminando de la playa y del centro urbano, el GHT Balmes Hotel, Apartaments & Splash ofrece una estancia cómoda y accesible tanto para familias como para parejas, con fácil conexión a los principales servicios de la zona. El hotel dispone de una piscina exterior con zona Splash para los más pequeños, bañera de hidromasaje, terraza con tumbonas y actividades gratuitas desde juni hasta septiembre. Relajaros en su jardín es la cosa más fácil del mundo, con una bebida en mano en una de sus hamacas. Remata el día en alguno de sus restaurantes, con servicio de buffet variado y opciones sin gluten y veganas, ideal para todo tipo de dietas.

Todas las habitaciones cuentan con lo necesario para una estancia agradable, incluyendo baño privado, aire acondicionado, calefacción, televisión satélite, conexión wifi gratuita y balcón. En este hotel está todo pensado para que te sientas como en casa.

Algunas actividades o servicios pueden estar sujetos a suplementos.

Se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas a los menores de 18 años.

Prohibido el acceso individual al spa a los menores de 18 años, estos deberán ir siempre acompañados de un adulto.

Detalles de la habitación

• Capacidad estándar: 2 adultos
• Capacidad máxima: 2 adultos, 1 bebé y 1 niño/a
• Condiciones para las personas adicionales:
  • Bebés menores de 1 año: gratis
  • Niños de 2 hasta 12 años: descuento del 50 %
  • Niños de más de 13 años: descuento del 20 %

Guía Groupon de Calella

Calella, situada entre mar y montaña en la costa del Maresme, es uno de esos destinos que combina playas extensas, calles con historia y ese toque de vida local que no se pierde ni en verano. Su paseo marítimo se funde con el azul del Mediterráneo, mientras que el casco antiguo conserva el aire de pueblo con sabor catalán, con casas blancas, callejuelas estrechas y plazas con terrazas que invitan a tomarse un vermut sin prisa.

El faro de Calella, en lo alto de un acantilado, vigila la costa desde 1859 y se ha convertido en un símbolo de la ciudad, junto al Parc Dalmau, un pulmón verde con historia y rincones para perderse. Aunque no tiene murallas como Tossa, Calella guarda vestigios de su pasado y un carácter mediterráneo que mezcla tradición marinera con un ambiente relajado y acogedor. Ideal para quienes buscan algo más que sol y chiringuito.