
Zaragoza es una ciudad con una rica historia de más de 2000 años. Para conocer sus orígenes nos tenemos que remontar al año 14 antes de cristo, cuando el emperador César Augusto, decidió fundar una nueva ciudad en el emplazamiento del asentamiento ibérico de Salduie.
Caesaraugusta, la actual Zaragoza es una de las pocas ciudades romanas que tuvo el privilegio de llevar el nombre de su fundador. Te invitamos a descubrir los restos de la antigua colonia romana de Caesaraugusta a través de un paseo por el casco antiguo de la ciudad.
El itinerario comienza en el tramo de la Muralla Romana, de unos 80 metros de longitud, que se conserva al lado de la Plaza del Pilar y del Torreón de la Zuda. Construida en el siglo I, la muralla romana de Zaragoza protegía un perímetro de 3.000 metros con unos 120 torreones defensivos y recorría la Avenida César Augusto, el Coso y la Calle Echegaray y Caballero. Además del tramo en el que nos encontramos, también se conservan otros restos de la muralla en el lado nordeste de la ciudad, justo al lado del Puente de Hierro, que actualmente forman parte del Convento del Santo Sepulcro.

El Torreon de la Zuda era la sede de los gobernadores musulmanes de Zaragoza y fue construido aprovechando uno de los torreones de la muralla romana. Hoy en día se utiliza como oficina de turismo y puede visitarse.
Al entrar al torreón, gracias al suelo de cristal, podrás ver los restos de la torre romana original. Durante el horario de la oficina turística se pueden subir los cuatro pisos del torreon (no hay ascensor) y disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad de Zaragoza.
Junto a la Muralla Romana y el Torreón de la Zuda, se encuentra la estatua de César Augusto, el fundador de la ciudad. Es posible que hayáis visto otras esculturas de Augusto iguales en otras ciudades españolas (Tarragona, Mérida, Astorga...), ya que la de Zaragoza, al igual que la de las otras ciudades es una réplica en bronce de la original, que se encuentra en los Museos Vaticanos de Roma.
La escultura representa a Augusto, gobernante con el que acabó la República y comenzó el Imperio en Roma. La decisión de fundar Zaragoza vino de él, y de ahí su nombre: Caesaraugusta.

La escultura original apareció en Roma en 1863, cuando se excavaba un palacio que había pertenecido a la esposa de Augusto, en los alrededores de una zona conocida como Prima Porta. La réplica en bronce que podemos ver al lado de las murallas romanas fue un regalo de Mussolini, hecho en el año 1940 a varias ciudades fundadas por Augusto o que habían tenido una relación especial con él.
Situado al otro lado de la Plaza del Pilar, el Foro Romano era el centro neurálgico de la ciudad y el Museo del Foro Romano nos ofrece una visión de su vida cotidiana. Los restos arqueológicos que se han conservado, pertenecen al mercado de la época del emperador Augusto y al Foro de la ciudad, construído en la época de Tiberio. Fueron descubiertos por casualidad en 1988 durante la remodelación de la Plaza de La Seo. Además, se exhiben en vitrinas varios objetos arqueológicos hallados durante la excavación, tales como vidrios, monedas y cerámica. Un moderno prisma de placas de ónice en la Plaza de La Seo es la entrada del Museo.

El río Ebro era navegable en época romana, y por él se desarrollaba un intenso comercio. En el Museo del Puerto Fluvial (Plaza San Bruno) es posible ver los restos del puerto que los romanos construyeron sobre el río y parte del ángulo que formaba el foro con el río.
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